¿De qué se puede deducir un autónomo a final de mes?
Como trabajador autónomo disfrutas de una serie de ventajas fiscales que te permiten deducirte de una serie de gastos a final de mes, siempre que estén relacionados con tu actividad profesional.
En este artículo de SegurCaixa Adeslas te contamos cuáles son los gastos deducibles que, como autónomo, puedes añadir en tu declaración del IRPF. ¡Sigue leyendo para saber cuáles son!
¿Qué significa deducir gastos para un autónomo?
Empecemos por lo básico, ¿qué significa deducir gastos? Deducir un gasto es restar la cantidad que un trabajador autónomo paga para poder hacer su trabajo, a los ingresos netos (sin impuestos).
Hacienda permite deducir estos gastos a los autónomos de sus ventas e ingresos para calcular el beneficio de su actividad profesional desarrollada. Por lo tanto, los gastos deducibles son aquellos pagos que los autónomos realizan para poder desarrollar su trabajo.
En los pagos que realiza un trabajador autónomo, hay una base imponible y otros importes, que suelen ser el IVA y el IRPF, aunque también pueden ser gastos de gestión, comisiones y demás. Por eso, los impuestos de autónomos más básicos son el IVA y el IRPF.
La base imponible es el precio real de los productos o servicios que el autónomo adquiere para poder realizar su trabajo y el importe de estos es la cantidad que se podrá deducir. Esta base, junto con todas las bases imponibles que el autónomo ha pagado, se resta o deduce al total de bases imponibles de sus facturas emitidas.
Sin embargo, lo que se considera un gasto es a la base imponible de ese pago, que tiene relación solo con el IRPF. Aunque estos pagos tienen una parte de impuesto que también se puede deducir como autónomo porque ya se ha pagado.
Aunque el trabajador autónomo pague dichos gastos juntos, Hacienda trata la base imponible y los impuestos de una misma factura de modo distinto. Por eso, se confunde muchas veces el gasto, o base imponible, con el impuesto, o IVA, porque son partes de la misma factura.
Así, cuando un autónomo paga por un producto o servicio que le permite realizar su trabajo, lo más común es que pague por una base imponible más el IVA. Por ejemplo, gastos deducibles serían la compra de un ordenador, el depósito de la gasolina o la compra de materiales de oficina. Todo productos o servicios que necesita para el desarrollo de su actividad profesional.
¿Qué gastos son deducibles para los autónomos?
Estos son los gastos más habituales que puedes deducir a final de mes como trabajador autónomo:
- Cuota mensual de autónomo: es deducible en la declaración del IRPF al ser un gasto necesario para desarrollar la actividad profesional. Se considera un gasto deducible que se puede aplicar sin la necesidad de presentar factura.
- Suministros domésticos: las facturas de luz y agua pueden ser gastos deducibles si, cuando te das de alta como autónomo, indicas que tu lugar de trabajo es tu casa. Aunque no podrás deducir todo lo que pagues en estas facturas porque, además de trabajar, también vives en esa vivienda. Por lo que se calculan los metros cuadrados que se dedican al trabajo y, en base a ellos, se establece el importe a deducir.
- Compra de materiales: si se destinan todos estos materiales para el desarrollo de la actividad laboral, estos gastos son deducibles al 100%. Entre estos bienes encontramos: compra de mercancía, materias primas, combustibles, envases, material de oficina, etc.
- Servicios de profesionales independientes: honorarios de economistas, abogados, informáticos, auditores, notarios o mediadores independientes.
- Servicios exteriores: el pago a la gestoría, los programas de ordenador que utilices, formación, indemnizaciones, seguros o espacios publicitarios también cuentan como gastos deducibles.
- Dietas de comidas: siempre y cuando se cumplan varios requisitos. Entre ellos: gastos debidos al desarrollo de la actividad económica, en establecimientos de restauración y hostelería, que se paguen por medios electrónicos y que haya factura de ello.
- Sueldos y salarios: los pagos a los trabajadores en concepto de suelto, pagas extras, dietas o retribuciones entran en esta categoría.
- Arrendamientos y cánones: incluyen el alquiler, la asistencia técnica, las cuotas de arrendamiento financiero que no tenga por objeto terrenos o solares.
- Reparaciones y conservación: gastos de mantenimiento, repuestos y adaptación de bienes materiales. Sin embargo, no se incluyen aquellos que supongan una ampliación o mejora.
- Tributos fiscales deducibles: son impuestos y tributos como el IBI o el IAE.
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24/02/2023