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Principales diferencias entre ser autónomo/a y ser personal laboral

Todos los trabajadores tienen la obligación de cotizar a la Seguridad Social, ya sea como autónomos o como personal laboral. En España podemos diferenciar esas dos modalidades de trabajo, cada una con sus ventajas y desventajas. Por eso, en este artículo vamos a descubrir las principales diferencias entre autónomo y personal laboral.

¿Qué es ser autónomo o personal laboral?

El personal laboral o trabajador por cuenta ajena es aquella persona empleada mediante un contrato de trabajo por un empresario, que debe cumplir con un mínimo de horas semanales y que recibe un salario fijo por su trabajo.

La particularidad principal del personal laboral es que tiene un contrato de trabajo con una empresa, ya sea a tiempo parcial o completo. En ese contrato se estipulan las condiciones laborales tanto de horario como de nómina. Este tipo de trabajo es más limitado y con unas expectativas económicas basadas según el contrato.

Mientras que una persona autónoma o trabajador por cuenta propia es aquella que reside en el país donde provienen el 80% de sus ingresos por la realización de trabajos, como, por ejemplo, de actividades de comercio, minería, pesca, etc.

El autónomo trabaja para sí mismo, pero tiene que esforzarse porque la empresa salga adelante por su cuenta propia. Requiere esfuerzo y estar en continuo reciclaje para que el negocio tenga éxito. La alta calidad de vida, el buen asesoramiento y la desvinculación de las cuentas personales de las profesionales permiten al autónomo tener más libertad que el trabajador de cuenta ajena para organizar su trabajo como elija. Además, deberá afrontar los impuestos con liquidez y los pagos que puedan ir surgiendo a lo largo del tiempo.

Diferencias entre personal laboral y autónomo

Entre las principales diferencias que hay entre ser un trabajador autónomo o personal laboral están:

  1. La principal diferencia es que la cotización a la Seguridad Social. Los autónomos deben regirse por el RETA y la cuota la abona el propio trabajador. Mientras que los trabajadores laborales aportan, junto a la empresa, la base de cotización, eso sí, varía en función del salario.
  2. El personal laboral cuenta con un sueldo estable y fijo mensualmente, mientras que en los autónomos dependerá de la facturación emitida, los cobros y más variantes.
  3. En cuanto al punto anterior, el autónomo corre un riesgo que el personal laboral no. Los asalariados no sufren variaciones en sus ingresos en función de su trabajo, en el caso del autónomo sí pasa.
  4. Los autónomos establecen sus propios horarios y descansos, al igual que dónde trabajar. Por su parte, el personal laboral está sujeto a un horario establecido y un lugar de trabajo concreto.
  5. El trabajador laboral depende de la empresa, por eso si la empresa cierra mañana, el trabajador cesa su actividad. En cambio, el autónomo si pierde un cliente siempre puede buscar otro y ampliar su mercado.
  6. Otra diferencia entre estas dos figuras es que personal laboral requiere de cierta experiencia para acceder a un puesto de trabajo. Mientras que el autónomo no la necesita.

En caso de que quieras darte de alta como autónomo, debes conocer estos dos documentos que te permitirán registrarte: el modelo 037 y el modelo TA-521 Simplificado. En caso de que te contraten como personal laboral, existen varios tipos de contratos que podrás firmar: eventual, jornada completa o parcial, eventual, indefinido y formativo.