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¿Cómo gestionar el estrés laboral?

El día a día del trabajo puede ser agobiante y desembocar en un estrés laboral que nos afecte tanto a nivel personal como profesional. Como ya sabemos, las causas del estrés laboral pueden ser muy variadas.

Este estrés laboral puede ser motivador de forma puntual, pero si se alarga en el tiempo desencadena en problemas de salud notorios (depresión, lesiones de espalda, problemas de corazón…). Por ello, es muy importante saber reconocer los síntomas del estrés laboral para aprender a combatirlo y gestionarlo.

Causas del estrés laboral

A continuación, mencionaremos algunas de las causas más comunes del estrés laboral y profundizaremos en ellas para conocerlas y poder combatirlas:

  • Carga de trabajo muy elevada: Cuando tenemos una carga de trabajo que nos cuesta abarcar, que nos obliga a tener que trabajar durante muchas horas, tener menos descansos y que nos produce mucha presión.
  • Falta de control: Cuando el trabajo no depende de nosotros mismos, el estrés suele aflorar. Si para desarrollar nuestro trabajo a tiempo dependemos de terceras personas que, por lo general, no nos envían a tiempo lo que necesitamos, nos sentiremos estresados, enfadados y cansados.
  • Aumento de la responsabilidad: Es cierto que un aumento de la responsabilidad puede suponer un orgullo y una motivación porque estás creando tu propio camino. Sin embargo, este incremento de las funciones también puede dar lugar a estrés y agobio, principalmente en aquellas ocasiones en las que no “podemos” decir que no al aumento de la responsabilidad.
  • Satisfacción profesional: Sentirse poco satisfecho con el desempeño realizado en el trabajo es una de las causas principales del estrés en el trabajo.
  • Falta de apoyo del entorno personal y/o profesional: Cuando estamos trabajando nos gusta sentirnos respaldados y apoyados en aquello que hacemos. No sentir que nuestro trabajo es valioso da lugar a sentimientos problemáticos y estresantes.

Síntomas del estrés laboral

Todas estas causas del estrés laboral dan lugar a unos síntomas que nos avisan que el estrés ha aparecido y hay que combatirlo. Los síntomas del estrés laboral son muy variados, pero los más comunes son los siguientes:

  • Dolores de cabeza frecuentes
  • Problemas para conciliar el sueño
  • Malestar estomacal e intestinal
  • Sentimientos de malestar o ira o sentirse descontento en el trabajo
  • Tener problemas en las relaciones personales

Cómo gestionar el estrés laboral

Como hemos visto, las causas del estrés en el trabajo son múltiples y, en la medida de lo posible, se debe actuar para evitar que aparezca o se dilate en el tiempo. Por este motivo es tan importante saber gestionar el estrés laboral. Pero, ¿cómo podemos hacerlo?

Existen numerosas formas que ayudan a combatir y gestionar el estrés laboral. Vamos a ver algunas de ellas a continuación:

  • Planificación y organización: marcarse unas fechas de entrega, organizar el trabajo que nos va llegando… evita sufrir estrés por olvidos, retraso en las fechas, acumulación de trabajo a última hora…
  • Marcarse objetivos: establecer unas metas realistas y alcanzables en el día a día ayuda a no estresarse con objetivos muy ambiciosos y a largo plazo.
  • Decir que no: en muchas ocasiones nos cuesta decir que no y empleamos mucho tiempo en tareas que no nos corresponden. Si esto te está provocando un estrés añadido, aprende a decir que no y, si es necesario, explica el motivo.
  • Descansar y desconectar: los horarios laborales son amplios y pasamos muchas horas frente a un ordenador, colocando objetos en tiendas, dando clase en institutos… y es necesario tomarse descansos, desconectar durante un tiempo, relajarse y despejar la mente tanto dentro del horario laboral como fuera.
  • Cuidarse: hacer ejercicio, dormir bien y llevar una alimentación saludable es básico para poder combatir el estrés.

Es importante saber identificar que el estrés laboral está apareciendo y gestionarlo correctamente para que su efecto no se alargue en el tiempo. No se debe tomar este estrés como algo nimio y hay que actuar desde el minuto 1 para combatirlo.